Hoy venimos a hablarte del atún rojo, siempre presente en catering Proboca.
En primer lugar, vamos a hablarte de las partes del atún rojo.
Si bien es cierto que generalmente se divide el cuerpo del atún rojo en tres partes (cabeza, tronco y cola), la realidad es que de su despiece pueden llegar a extraerse hasta 24 partes diferentes.
Dentro de ellas, se diferencia entre partes nobles situadas en la cabeza del atún , y de la que salen piezas muy apreciadas como: mormo, morrillo, contramormo, facera, galete y paladar , y partes internas.
El despiece del atún de almadraba se denomina ronqueo. ¿A qué se debe el nombre? Se conoce así por el sonido tan característico que realiza el cuchillo al rozar con las vértebras. Aunque es cierto que, como en el despiece del cerdo, se aprovecha absolutamente todo, en el caso del atún rojo no se diseccionan los músculos, sino que para la elección de los cortes se tiene en cuenta el engrasado de cada pieza.
Piezas del atún rojo
Entre ellas podemos encontrar las siguientes:
Tarantelo: esta pieza semigrasa y triangular está situada encima de la ventresca. Concretamente, esta parte del atún rojo posee la grasa perfecta para guisos y recetas a la brasa.
Barriga: situada en la parte inferior del tronco, esta pieza tiene marcadas vetas de grasa que la hacen ser la más valorada para la compra de atún rojo desde Japón. En lo que a la cocina se refiere, la barriga se destina principalmente a elaboraciones a la brasa o para realizar sashimi.
Mormos: su fina textura destaca por un perfecto equilibrio entre músculo y grasa. Es tradicional incluir esta pieza en guisos y escabeches. Una de las recetas más famosas en la que se utiliza es el mormo de atún encebollado.
Contramormos: se sitúa justo debajo del morrillo (quizás la pieza más demandada) y en la cocina se dedica a los guisos y escabeches. Su grasa e infiltración también lo hacen perfecto para su preparación al horno, obteniéndose recetas realmente sabrosas.
Morrillo: esta parte de la carne de atún rojo es sumamente codiciada. En concreto el morrillo recubre la parte superior de la cabeza. Se puede preparar desde a la plancha hasta a la sal o en diversas recetas como albóndigas y hamburguesas.
Plato: otra pieza muy valorada. Su calidad hace que se suela consumir cruda o a la brasa poco hecha.
Descargado: esta parte se sitúa en la zona central del tronco. En la cocina funciona muy bien en crudo, tanto para realizar tatakis como tartar o makis.
Descargamento: esta pieza se encuentra adherida al lomo. Suele salarse para convertirlo en mojama. Es la pieza más utilizada para las elaboraciones en crudo.
Cola negra: esta zona, anterior a la cola caudal se utiliza para guisos y salazones.
Cola blanca: trozo triangular que se ubica bajo la aleta. En la cocina tiene un uso muy similar al de la cola negra
¿Por qué la grasa?
La grasa es la que determina el sabor, la calidad y el uso que se le va a dar a cada parte. Y es que la proporción de grasa no es igual en todas las partes: es mayor en las piezas superficiales. Asimismo, es más abundante en los cuartos blancos (la característica parte plateada del atún) que en los cuartos negros (la zona azul marino).
La aplicación de cada parte se determina por tanto en función del engrasamiento, dividiéndose entre salazón, conserva de atún o cocina. La cantidad de grasa del atún de almadraba también depende del momento del año, siendo los meses de desove (mayo y junio) los óptimos.
Que no te engañen con el atún
Queremos comentar un tema que está de candente actualidad y es ese “atún rojo” que ahora encontramos en las pescaderías durante todo el año, (algo curiosos dado que el atún rojo es un producto estacional), y que además tiene unos precios muy asequibles para el bolsillo del consumidor, en torno a los 12€/kg. Aquí os dejamos un enlace para que veáis de lo que se trata: Atún teñido en jugo de remolacha, https://youtu.be/JiRlWotQgsE?si=dHy0pqHPWH3dgBWH
Es más que sabido que la mejor forma de aprovechar a este rey de los mares es sin aplicar ninguna cocción en sus cortes o aplicando la mínima. Así el rendimiento será máximo y las cualidades organolépticas se mantendrán al 100%. Además y como todos los pescados azules:
1. Es rico en ácido graso omega 3 y en grasas DHA y EPA: “Estos nutrientes protegen y previenen de enfermedades cardiovasculares, previniendo la formación de coágulos en las arterias”, explica Fernando Blázquez.
2. Contiene altos niveles de vitaminas B2, B3, B6, B9, B12 y E: El chef cuenta que en ese sentido “el atún rojo supera a otros alimentos como la carne, los quesos y el huevo. Además, la vitamina E es un poderoso antioxidante”.
3. Ayuda a disminuir los niveles de triglicéridos y de colesterol en sangre: “Como ya he comentado, reduce el riesgo de accidentes cardiovasculares, aterosclerosis y trombosis, y el aumento de presión arterial” añade Fernando Blázquez.
4. Bajo en calorías. «Es un alimento muy apropiado para dietas hipocalóricas. Además, tiene un alto contenido en proteínas, magnesio y selenio”, revela el chef.
5. Mejora las funciones cerebrales, pues permite prevenir el riesgo de demencias en los adultos.